viernes, 7 de agosto de 2009

Voy a meter en la maleta un par de cojones españoles.



NO debería descuidar tanto mi blog. Olvido fácilmente porqué lo creé.
Me desahogo escribiendo pero sobre todo sabiendo que quizás alguno de los que lo lean puedan entender un poco como me siento.
Una persona que me ayudó mucho estando en Suecia me dijo una vez que en la vida hay dos cosas seguras de las que nadie se escapa de experimentar. Todos vamos a morir y todos debemos tomar decisiones.
Hay decisiones que apartamos como un libro a medio leer y que pensamos retomar más adelante. Lo hacemos porque tenemos miedo a las consecuencias derivadas de dicha decisión. Dejar o empezar una relación, cambiar de trabajo, comprar un piso... etc.
Hay decisiones no resueltas que te persiguen.

Por circunstancias de la vida no he tenido demasiada suerte últimamente pero también es cierto que yo no he buscado provocar otro tipo de suerte.
Así que cojo esta decisión y me la meto bien metida en la cabeza con la intención de convencerme a mi mismo de que es la mejor para mí y para otros.

No puedo desperdiciar más tiempo evitando el riesgo.
Estoy en una situación en la que no puedo tener todo así que sacrifico unas cosas por otras a sabiendas de uqe la sonrisa de Clara y Eric es la mayor de las recompensas.

Bueno pues tal decisión recientemente tomada es la de volver a Suecia. Volver a trabajar en mi antiguo trabajo. Enfrentarme a antiguos fantasmas y a nuevos retos. Cuidar de Eric y Clara y alegrarlos con mi presencia y educarlos con mi labor de padre. Volveré a entrenar con mi antiguo equipo de fútbol. Volveré a mis amigos vikingos. Sumaré más tiempo a esos seis años en Karlstad y volveré a añorar a Alicante aunque ésta vez bastante menos.

Voy a recorrer cada uno de esos 2541 km que me separan de lo mejor de mi vida y utizaré su cercanía como motor de mi nueva vida.




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