martes, 3 de febrero de 2009

Obí, obá, Obama mola más.


No recuerdo haber visto alguna vez imágenes de la investidura de un presidente de los Estados Unidos.
Las imágenes aéreas mostradas por televisíon captaban 4 millones de cabezas soportando el frío para poder vivir en directo un hecho histórico, el primer presidente negro de la historia de los Estados Unidos de América juraba el cargo. Buenafuente hizo un comentario sobre el número de baños públicos instalados para el evento. Al cómico catalán le pareció ridículo que hubieran 600 baños para 4 millones de bejigas.
Todo el mundo habla de Obama y aún no ha hecho mucho, pero tiene algo que ningún político español tiene, la capacidad de ilusionar.
¿A cuanta gente atraería Rajoy si ganase él las siguientes elecciones?
Rajoy suena a grupo de rock así que lo mismo aparecen por allí algun melenudo que otro litrona en mano, pero poco más.
Obama es un tío sonriente, nos lo han mostrado en chandal y comiendo perritos calientes con sus hijas. Dan ganas de saludarle con un "!eh que pasa máquina!" porque es un tio con chispa.
Zapatero parece ir siempre con zapatos que le estan pequeños o calzoncillos que dejan escoceduras y es que es un político con un semblante triste y que aburre hablando. Rajoy puede que sea divertido cuando se junta con sus amigos en un bar a jugar al mus, pero desde luego no lo veo yo actuando en "Aída".
Necesitamos políticos que molen y utilicen un lenguaje que invite a escuchar.
Ahora con esto de la crisis se critican unos a otros y nadie sabe que hacer para sacarnos del pozo. Zapatero no se cansa de decir que va a ir a peor y Rajoy en vez de aprovechar la oportunidad de su vida para ejercer una política de oposición que aporte soluciones y por consiguiente votos para su partido, se empeña solamente criticar y decirle a Zapatero que no le ajunta.
La política española es como un gran hermano en el que la prueba semanal consiste en llevar corbata.
Nuestro futuro está en manos de políticos que no saben solucionar problemas como darnos una vivienda o un trabajo. Triste pero cierto.
Ayer salió en las noticias que el presidente de Galicia planea gastarse 4 millones de euros en reformar el edificio del parlamento gallego. !!!4 millones!!!
Entre el presupuesto aparecen 12 sillas de 2500 euros cada una. ¿Estamos locos o que?
Que hay de malo con las sillas de IKEA por 100 euros. Se pueden subir para arriba y bajar para abajo. O mejor aún, podrían sentarse en bicicletas estáticas sin sillín y pedalear mientras tienen el turno de palabra para que sientan como nos sienta a nosotros el que no sean capaces de solucionar el drama que vivimos.
Van al Parlamento y las cámaras de televisión los pillan dormidos en sus sillones.
Señores y señoras políticos, yo los nomino a ustedes para abandonar la casa de Gran Hermano. Hagamos un casting como el de Fama para buscar a un nuevo Obama.
Un político que ilusione.
Un político que mole.