Curioso esto del choque cultural.
Ya no sólo entre continentes sino también dentro de Europa existen grandes choques culturales. No olvidemos que a pesar de ser europeos existen enormes diferencias entre las costumbres de cada país. Nosostros nos comemos lo que hay dentro de un camión de fruta y los franceses lo vuelcan. Los italianos hacen las empanadillas gigantes y les ponen nombre de ropa interior "calzone". Los ingleses toman té a las cinco en vez de dormir la siesta, etc.
Parece que sólo apreciamos la diferencia cultural cuando se trata de gente de otros continentes. Pensamos que los chinos son raros por no poder pronunciar la "R" o porque no se sientan en bancos o sillas sino que adoptan posición de poner un huevo cuando quieren descansar(quizás por ello tengan esa cara de esfuerzo). Pensamos que los africanos son raros por estar siempre contentos a pesar de pasarlas putas pero seguramente ellos piensen que somos raros cuando nos tiramos tomates en la tomatina de Buñol. Seguramente ellos pensarán que es mejor comerse los tomates. Los japoneses son raros por ir con sus caras cámaras de fotos colgadas al cuello y sacar fotos a cada monumento que ven y seguramente piensen que los españoles somos raros por sacar fotos de nosotros mismos delante de un espejo, con la cámara del móvil con sus 2 megapixels de mierda ,poniendo morritos y después colgarlas en Badoo o Facebook.
Cuestión de culturas y de lo que el cruce de ellas provoca.
Entre la cultura sueca y la española ocurre exáctamente lo mismo.
Procedemos de la misma raza pero nuestros antepasados son bien distintos.
Los suecos de hoy en dia son el resultado de la evolución del pueblo vikingo, temidos en toda europa por su afán de conquista y su brutalidad como guerreros y bien conocidos por celebrar sus conquistas con borracheras y violaciones a las mujeres de los guerreros enemigos.
Hoy en día aún quedan rastros de sus antepasados en la cultura actual sueca, solo que cambiando los barcos vikingos por aviones de Ryanair y el objetivo a conquistar ha pasado a ser las costas de las Islas Canarias con el fin de vaciar todo barril de cerveza que encuentren a su paso. Después de cumplir la misión el cuerpo no está para violaciones.
Los españoles procedemos de una raza menos temida como es la del Lazarillo de Tormes, simpático y astuto pícaro que usaba su ingenio para engañar al ciego al que acompañaba. Aún hoy en día se pueden ver rastros de nuestros antepasados en nuestra cultura actual como el hecho de cobrar el paro y trabajar sin contrato, aprovechar que llega el euro para subir los precios, tirarnos en el área cuando no nos han tocado, inventarse profesiones exóticas en las salidas nocturnas cuando uno quiere ligar (está demostrado que folla más un astronauta que un repartidor de Telepizza), etc, etc. Si Lazarillo levantara la cabeza volvería a agacharla.
El caso es que mi experiencia en Suecia me da pie para poder comparar ambas culturas de forma objetiva. Es decir, no por ser español voy a poner a parir a los hijos de "#%&%/ de los suecos.
Primer caso chocante nada más llegar a Suecia. Puedo estudiar gratis su idioma. Me dan libros, material escolar y atención: me dan una ayuda de 700 euros por estudiar. El gobierno sueco es lo suficiéntemente maduro políticamente hablando, para darse cuenta de que que sin saber el idioma corro el riesgo de no encontrar trabajo, con lo cual invierte en mí esperando que, una vez aprendido el idioma, encuentre trabajo y sea entonces capaz de pagar impuestos.
A los extranjeros al llegar a España les dan un cubo lleno de agua sucia, una goma para limpiar cristales y les asignan un semáforo. Al cabo de un tiempo y despús de unos cuantos atropellos, se impartieron cursos de educación vial y un estudio reveló que, una vez que los extranjeros entendieron que el muñequito rojo significa no pasar y el verde pasar, disminuyeron el número de accidentes con atropello.
Más casos que chocan. En Suecia adoran el café. Si quieres formar parte de su cultura tienes que beber mucho café. Si son diez tazas al día mejor que nueve.
No está bien visto beber cerveza o vino entre semana y en España no está bien visto no hacerlo.
Coratarte el pelo en Suecia cuesta más de 30 euros, eso sí te ofrecen café. En España te lo cortas por la mitad de euros y si el peluquero corre más que tú y te pilla en tu intento de huida.
En Suecia nadie habla en voz alta en el autobús. En España se tienen debates acalorados en el autobús. En Suecia todos los coches paran ante un paso de cebra, En España los pasos de cebra son códigos de barras gigantes que no sirven para nada.
Los españoles muestran gustosos cuantos idiomas saben e intentan mostrar cuanto saben de español como por ejemplo el conocido proberbio vikingo: "una cerveza por favor, no mañana mañana, hoy". Los españoles creemos que el "yes" inglés es una respuesta universal para cualquier tipo de pregunta sea en el idioma que sea.
En Suecia, y esto duele, no se dan besos al saludar a una ser humano hembra, se da la mano. En España se dan dos besos y se intenta establecer contacto bucal al cambiar de la mejilla derecha a la izquierda. Como buenos descendientes de pícaros, los españoles hemos aprendido a predecir cuando un bofetón se acerca y si el contacto bucal no es del agrado de la hembra en cuestión, agachamos entonces el caborro.
Eston son solos algunos ejemplos del choque entre culturas, concrétamente entre pícaros y vikingos. De vez en cuando me topo con algún curioso sueco y sus curiosas preguntas. Estoy sopesando el hecho de tatuarme en la frente "No, no bailo flamenco ni sé torear". Hay una pregunta a la que no puedo contestar de forma lógica, quizás alguno de vosotros pueda ayudarme: " por qué los españoles corren delante de los toros en los San Fermines, no es mejor correr detrás de los toros?".
Un abrazo de un españolito en Suecia.