El sol también calienta Salamanca, y mucho. Con la piel pegajosa como si me hubieran untado con azucar derretido, golpean en mi memoria recuerdos de veranos pasados en Alicante, tanto de veranos anteriores a mi etapa en Suecia, como del verano del 2008.
Volé de Nyköping a Alicante junto a mi amigo Chris. El mes, Junio y el motivo, o al menos era lo que por aquel entonces creí, las fietas de Alicante.
Cuando inviertes tanto tiempo en una relación, lo lógico, es que esperes que merezca la pena. En ese tiempo de inversión se dejan de lado a amigos, costumbres... ese es el primer error (del cual aún me lamento).
A medida que avanza la relación, uno deja de lado también a sí mismo, porque entonces, no se es uno "1" ya, sino un "2" intentndo ser un "1". Es como si al dos lo tratamos como a un uno, las cuentas nunca saldrán porque las matemáticas es una ciencia exacta.
Nadie invertiría dinero en algo no rentable. Mejor dicho, nadie invertiría dinero dos veces en algo que la primera vez no dió beneficios. ¿Por qué? porque los números no engañan.
La vida está llena de riesgos. Una frase mítica es aquella de "quien no arriesga no gana". Es una de esas frases que quedan de puta madre, en boca de Tom Cruise mientras salta del tejado de un rascacielos a otro con 50 kilos de material explosivo
sobre la espalda. Seguro que aterriza bien, a salvo y sin despeinarse.
¿Quien es el incrédulo que cree que Tom hace eso cuando está fuera delrodaje? Esa mítica frase sonaría más bien así:"Vaya hostia me voy a dar, mejor cojo el ascensor"
En la vida real también gana quién no arriesga y de ese modo las hostias duelen menos. Porque tarde o temprano todos nos hostiamos, no nos engañemos.
Las relaciones no son cuestión de arriesgar o no arriesgar, son cuestión de valorar que te ofrecen. Son cuestión de no vivir una mentira y de ser sincero con uno mismo. Son cuestión de no ponerse a uno mismo en el compromiso de tener que dejar de lado a amigos y costumbres para seguir alimentando esa mentira.
Encontrar pareja no es difícil. Encontrar a alguien en quien merezca la pena invertir, sí lo es. En algun sitio habrá alguien...
Os voy a hablar de otro tipo de relación. La mía con mis amigos. Ese viaje de Suecia a España poco tenía que ver con las fiestas de Alicante y mucho con la necesidad que tenía de volver a estar con mis amigos. No me cansaré de alabarlos. Ni me cansaré de arrepentirme de haber invertido tanto tiempo en quién no debía. No porque yo no creyese en esa inversión, sino por otros motivos que no vienen al caso.
Amigos pocos y muy buenos los que yo tengo. Y no por lo material que puedan darme u ofrecerme, sino por algo muy simple que es procuparse por mí y hacerme notar esa procupación.
Uno de ellos me ha dado un susto tremendo. Se me encogió el estómago y me entrò un escalofrío cuando me dí cuenta de que podría haberlo perdido hace un par de dias. Está bien y me alegro muchísimo. Tanto que me doy cuenta de cuanto me importa. Te quiero mucho ricitos.
No estaría mal sentir ese afecto por parte de gente que en teoría, y bien dicho está lo de "en teoría", debería preocuparse. Si este tiempo en Salamanca me ha servido para algo, es para darme cuenta que no se puede vivir de dar pena, que las depresiones ,los bajones y el dolor de cojones se superan apretando los dientes, y que cuando el dolor empieza a desaparecer es hora de luchar. ësto ya no sale de una película de Tom Cruise, ésto lo digo yo.
Podré haber cometido muchos errores en mi vida y cometeré muchos más, pero no me merezco lo que he pasado en el 2008. Y sí me merezco los amigos que tengo.
Mención especial a mi hermano por su apoyo económico, podremos pensar diferente pero al fin y al cabo somos hermanos y le doy las gracias por ayudarme.
Te quiero Roberto
Bueno total, y ya no me enrollo más, que de los errores se aprende y yo he aprendido mucho y sobre todo que la hipocresía es peor para el que la practica que para el que la sufre.
Punto y aparte.
no se cuanta gente leera tu blog, pero a mi esta entrada me ha gustado mucho. es dificil encontrar gente que diga las cosas como las piensa.
ResponderEliminarMe ha encantado, especialmente la forma que has expresado lo que todos o la mayoria pensamos en este párrafo: "A medida que avanza la relación, uno deja de lado también a sí mismo, porque entonces, no se es uno "1" ya, sino un "2" intentndo ser un "1". Es como si al dos lo tratamos como a un uno, las cuentas nunca saldrán porque las matemáticas es una ciencia exacta.
ResponderEliminarNadie invertiría dinero en algo no rentable. Mejor dicho, nadie invertiría dinero dos veces en algo que la primera vez no dió beneficios. ¿Por qué? porque los números no engañan."
Pero creo que cuando llega no pensamos en si lo primero nos dio o no beneficios, simplemente volvemos a invertir creyendo en que esta vez será seguramente la definitiva.....