lunes, 30 de marzo de 2009
¿Si lo único que tuvieses fuesen tres maletas, sonreirias?
Cada mañana que viajo en autobús, veo a través de las grandes ventanas a un hombre sentado en un banco. Siempre en el mismo banco. A su lado tiene tres maletas. Una grande y dos pequeñas.
Hoy tuve la suerte de conseguir un asiento libre en el autobús y me senté junto a la ventana. No suelo fijarme en nada, mi vista funciona pero no veo nada.
Una de las veces en las que el autobús paró me colocó frente a este hombre. Mi vista se activó y le observé.
Me pregunto cual será su historia.
La maruja sentada delante mía piensa que deben meterlo en la cárcel y lo dijo en voz alta. Meter a alguien en la cárcel por estar sentado en un banco... son los últimos coletazos de la generación franquista. Ya quedan pocos.
Me apetece preguntar a ese hombre sobre su situación.
Pero sobre todo, preguntarle por qué sonríe.
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