domingo, 1 de marzo de 2009

Dilema dominguero y un pulgar abajo para la Iglesia.


Domingo. Me he despertado, vestido, aseado, desayunado, despejado y me he vuelto a la cama.

He buscado en google "qué hacer un domingo" y lo primero que aparece es un foro de yahoo en el que una chica hace esta misma pregunta. Hay respuestas de todo tipo y sospecho que alguno de los miembros de dicho foro, pertenecen a alguna secta de esas raras que hay por ahí. Al menos el que recomienda a la chica que plante un sauce y libere su mente.

Otros recomiendan hacer manualidades o limpiar la casa. O ir a la iglesia.

Yo y la religión no nos ajuntamos. La verdad es que el hecho de entrar a una iglesia me da escalofrios. Pero de ese tipo de escalofrios que da el abrir un tapper con ensaladilla rusa hecha hace un mes.

No se me parece todo una farsa mal montada y bien subvencionada. No entiendo muy bién porque tanto interés en predicar sobre humildad y modestia cuando construyen iglesias más grandes que un polideportivo. Podrían entre semana quitar los bancos y dejar a los chavales que jueguen a la pelota si está lloviendo fuera. No me imagino al cura advirtiendo a los chavales de que tengan cuidado con las lámparas por que son de Ikea. Las iglesias se hacen a lo grande.

No hace mucho se casó mi hermano por la iglesia. Cosa que yo no defiendo claro está pero que respeto. La boda fué en Santa Faz. Todo fué muy bonito y el cura un personaje. Después de haber soltado los euros para que les casase, el tío no se había ni peinado. Parecía Tintín recién levantado de la siesta y después de darle el trago al vino le costaba pronunciar.

Primero que no entiendo muy bien que haya que pagar al cura por casarse. Si lo hacen por amor a Dios pues le damos un abrazo después de la boda que seguro que le llena más. Cuando Dios murió no dejo una paga de viudedad a la familia.

¿Tendrá el Papa sueldo? ¿y en que se lo gastará? Igual manda mensajes de esos con palabras cortas para ganar premios. Bueno eso lo hará con el móvil de empresa y no es el Papamóvil, que quede claro que eso es el coche de empresa.

Tanta riqueza entorno al Vaticano y al Papa da grima. Adoran a un tío que lee capítulos de un libro que no se sabe quién lo escribió. Podría perfectamente haber sido "El Quijote" de la época, pero parece que hubo gente que se lo tomó demasiado en serio.

Yo pienso que lo que la Iglesia predica es de lo que la Iglesia carece y es exáctamente igual que si el Doctor te recomienda no fumar mientras se fuma un Ducados delante tuya.

Esa alternativa de ir a la iglesia hoy está descartada.

Y me quedan dos alternatinas que son mucho más divertidas que todo lo visto hasta ahora.

O me depilo las íngles con cera fría o me voy esta tarde a ver el partido del Barcelona.

Ya os contaré por cual me decido.

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