Con la tecnología nos alejamos de aquellos que están mas cerca y nos acercamos a los que tenemos mas lejos. Irrefutable premisa que no deja lugar ni a la réplica ni al debate.
Con la llegada de tanta tecnología nos hemos olvidado de la fisiología. Ya no nos tocamos, ni nos abrazamos, ni nos miramos cuando hablamos. Con los móviles de alta generación se pierde el contacto humano y tocar tetas con la mano.
Si te tengo al lado y estoy cachondo te mando un smiley con la lengua fuera por el whatsapp. Si veo que te duermes te mando un zumbido por el messenger y si me apetece acariciarte te doy un toque por facebook.
Nos hemos vuelto vagos!! Y lo creais o no eso influye en la incapacidad española de salir de la crisis.
Se nos ha quedado la fama de "mañana mañana", somos el único país de la unión europea que duerme la siesta y el tema este de la tecnología no ayuda demasiado a quitarnos la manía de rascarnos los huevos mientras navegamos a una mano con el Iphone por Facebook.
Pero a mí lo que me inquieta es la gandulería española para ligar.
Esteso, Pajares, Nacho Vidal... donde está la picardía española y el piropo lanzado a gritos? donde están esas penetraciones visuales y el guiño o el silbido español!
Los albañiles ven a las rubias pasar y les preguntan "tienes whatsapp rubiaaaaaaaaa?"
Carmensita... claro que se puede ligar en el Mercadona o en la farmacia de la Juani cuando uno va a buscar su pasta de dientes especial y se entretiene en la estantería de los lubricantes. Se ha perdido el cara a cara, el roce, la valentía cual Cid Campeador de conquistar el corazón o la entrepierna femenina.
Ahora basta con colgar una foto, mentir sobre tus medidas, tus ingresos, tu estado civil, una pequeña descripción de ti mismo y a buscar. Sé por experiencia propia que no se le puede hacer caso a una foto, no te fíes. Son elegidas entre millones como en el casting del gran hermano, se buscan el ángulo adecuado, se hinchan los morritos, se aguanta la respiración y se saca pecho, se evitan sonrisas innecesarias que dejen al descubierto la carencia de dientes... en definitiva se busca la foto mas engañadora!
Por lo visto los chicos normales se vuelven anormales y lo anormal es ser normal cuando se chatea e intenta ligar por internet o lo que es mas "raro" aún... cuando se intenta conocer a gente (o sea conocer del verbo CONOCER).
Escribes un "hola" y recibes "no quiero follar salido!". Hay una tensión muy grande por evitar abrir la caja de Pandora a quien amenaza con su taladradora y es que por Internet no se liga ni se busca amistad, lo que se busca es follar de forma cobarde y sin tener que pasar verguenza ni dolor facial por la consiguiente bofetada con la que se premia el descaro.
Como todo en la vida hay métodos que para unos funcionan y para otros no.
Pero yo quiero romper una lanza y darle a la opción de "me gusta" en favor de aquellos "anormales" que aún escaseando en este tipo de páginas de vez en cuando se encuentran y acaban sorprendiendo de forma muy grata.
Ese tipo de gente que es fiel a sí misma y a sus principios ya sea delante de una pantalla, meneando sus pulgares o tomando una cerveza en cualquier bar de Altea.
Al final tu haces los descartes o bien apretando un botón o bien ignorando. Hay gente para todo y para todos en la viña del Señor Badoo.
Las hay que apuestan por rusos ricos que tengan detalles constantes... es decir gente que apuesta por hombres o mujeres generusos/as y los hay que sólo buscan entretenimiento.
Carmensita, patrona de la guardia civil de Altea a ti te rezo para que en mi nuevo destino prevalezca el cara a cara y para que los pulgares se usen para llamar al timbre de mi puerta cuando alguien quiera saber de mí.
Amen.
domingo, 15 de abril de 2012
viernes, 30 de marzo de 2012
La música que escucho.
Abro mi cuenta de Spotify a todos vosotros que es como abrir el cajón de la ropa interior, algo muy personal.
Las diez canciones que más escucho son:
- Some Die Young (Laleh)
- Who Started It (Laleh)
- Du Följer Med Mig (Laleh)
- Better Life (Laleh)
- Baldosas Amarillas (Vetusta Morla)
- Communication (The Cardigans)
- Los días raros ( Vetusta Morla)
- Still June (Maia Hirashawa)
- Star Again (Maia Hirashawa)
- Amelie (Pereza)
Mi ropa interior es sólo mía pero la música es de todos así que espero que alguna de estas canciones acabe en alguna de vuestras listas.
jueves, 29 de marzo de 2012
Destierro concluido y pasado enterrado.
Puesto que ya es oficial el acuerdo entre mi "nueva" empresa y este humilde trabajador anuncio que el 22 de abril vuelo hacia a Alicante para empezar lo que otras veces me propuse y no rematé: hacerme un hueco entre codazos y picardía española en el país que me vió nacer.
Entiendo la alegría del Cid Campeador cuando a lomos de su caballo volvía a su Castilla natal con la cabeza bien alta y con ganas de azotar a todo aquel que fuese contra el cristianismo. Yo voy sin intención de dar clases de catequésis pero si hay que azotar a cristianas o a otro tipo de religiones se hace con toda la palma de la mano.
España. Mi país. Mi vergüenza y mi orgullo.
A tres semanas de mi cambio de vida y su correspondiente actualización en Feisbuk me siento y me paro a pensar en a donde voy y en lo que me espera allí donde voy. Lo puedo incluso analizar de la siguiente manera: "vaya lío en el que me voy a meter".
Huelgas generales, políticos de película de miedo, árbitros que no le pitan penaltis al Barcelona, atención al cliente por teléfono sacada de una película de Woody Allen, guiris de chancla, calcetín blanco y espalda color de letrero de neón de puticlub, parachoques abollados, aceras-parking, crisis hipocondriaca y productos Hacendado.
Antídotos españoles y alegrías reconfortantes son la hospitalidad incondicional del Abuelo y su eterna amistad, la preocupación e interés Felipista de Joseto que tanto me ha ayudado en este proceso, la compañía de Guerra y su saber estar en la vida, la seguridad de saber que tengo más amigos aunque aquí no los nombre, la certeza y convicción de que si trabajo duro todo lo demás encajará a la perfección, planear visitar y ser visitado por mis hijos en el que también es su país, tapas y quinto de Mahou a un euro, gofres con chocolate, mi nueva vida y la fantástica sensación que supone el cerrar un capítulo y empezar otro que es escrito sólo por mí.
Este soltero, maduro y guerrero deja de ser vikingo para ser torero y pasa de ser toreado a ser el amo de su ruedo.
España, nos vemos pronto.
Entiendo la alegría del Cid Campeador cuando a lomos de su caballo volvía a su Castilla natal con la cabeza bien alta y con ganas de azotar a todo aquel que fuese contra el cristianismo. Yo voy sin intención de dar clases de catequésis pero si hay que azotar a cristianas o a otro tipo de religiones se hace con toda la palma de la mano.
España. Mi país. Mi vergüenza y mi orgullo.
A tres semanas de mi cambio de vida y su correspondiente actualización en Feisbuk me siento y me paro a pensar en a donde voy y en lo que me espera allí donde voy. Lo puedo incluso analizar de la siguiente manera: "vaya lío en el que me voy a meter".
Huelgas generales, políticos de película de miedo, árbitros que no le pitan penaltis al Barcelona, atención al cliente por teléfono sacada de una película de Woody Allen, guiris de chancla, calcetín blanco y espalda color de letrero de neón de puticlub, parachoques abollados, aceras-parking, crisis hipocondriaca y productos Hacendado.
Antídotos españoles y alegrías reconfortantes son la hospitalidad incondicional del Abuelo y su eterna amistad, la preocupación e interés Felipista de Joseto que tanto me ha ayudado en este proceso, la compañía de Guerra y su saber estar en la vida, la seguridad de saber que tengo más amigos aunque aquí no los nombre, la certeza y convicción de que si trabajo duro todo lo demás encajará a la perfección, planear visitar y ser visitado por mis hijos en el que también es su país, tapas y quinto de Mahou a un euro, gofres con chocolate, mi nueva vida y la fantástica sensación que supone el cerrar un capítulo y empezar otro que es escrito sólo por mí.
Este soltero, maduro y guerrero deja de ser vikingo para ser torero y pasa de ser toreado a ser el amo de su ruedo.
España, nos vemos pronto.
domingo, 4 de marzo de 2012
Un día más de condena.
Sentado a la mesa junto a la ventana entreabierta de la cocina deja que la brisa intrusa le estremezca la piel y le proporcione un frescor, que lejos de ser desagradable para ser otoño en Suecia, le despierta y le saca por un instante del agujero al que su negativismo le ha empujado en éste domingo perezoso.
La ventana da al río que cruza la ciudad, todavía cubierto por el hielo que poco a poco cede al otoño y que delata con su escaso espesor que la corriente aguarda en silencio la aparición de las primeras grietas.
Entre esa ventana y el río helado le separa tan sólo una carretera y un carril mitad carril-bici mitad peatonal por el que tanto transehuntes, corredores y ciclistas se desplazan ajenos a que trás una de las muchas ventanas a lo largo del río está él, observándoles e intentando distraerse con la frecuencia de sus pasos y/o el ritmo de sus pedaleos.
Los coches van y vienen y el ruido de sus motores desaparece a izquierda y derecha dejando paso a un silencio protagonizado por el estremecido vello que soporta la brisa intrusa. El sol con su descenso marca el ritmo entre la tarde y el atardecer y a medida que el día pierde luz aumentan su miedo e inseguridad.
El codo derecho soporta el peso de sus pensamientos inquietos que golpean el interior de su cabeza apoyada sobre la base de la palma de su mano al final de ese codo derecho que empieza a resentir el peso de todo lo que le atormenta.
El eco de todo lo oído y no demostrado arde en el interior de su pecho. Flanquea su rostro con las palmas de sus manos heladas y cerrando los ojos se concentra en domesticar su respiración salvaje. Miles de preguntas salen de su mente a través de la ventana entreabierta esperando encontrar respuestas ahí fuera, sorteando la brisa y con una dirección muy clara.
La impotencia e incredulidad vencen y ya no consigue distraerse con lo que encuentra trás esa ventana. Sigue oscureciendo y el eco se hace cada vez más intenso y se siente prisionero por no poder dominar su miedo a salir de esa prisión.
Se avergüenza del motivo de su apatía y de posponer su cura por el masoquismo irracional propio del que sufre por amor. Se avergüenza de sufrir y no hacer nada al respecto.
Se avergüenza ante aquellos que le medican con consejos sabios, lógicos y tan verdaderos que dan vértigo.
Ante la falta de distracciones trás la ventana se levanta y busca algo con lo que ocupar su mente hasta que llegue un nuevo día y quizás con él la fuerza necesaria para escapar de su prisión.
Y así pasa un día más cumpliendo condena injusta pero mereciéndola hasta que él mismo diga basta.
Vergüenza es lo que le atormenta y fuerza lo que no le sobra.
Se dice así mismo que llegará pronto el día en el que despierte y se sienta liberado de su masoquismo.
Si me preguntáis a mí y os he de responder sincéramente os diré que ese día está mucho más cerca de lo que él cree...
La ventana da al río que cruza la ciudad, todavía cubierto por el hielo que poco a poco cede al otoño y que delata con su escaso espesor que la corriente aguarda en silencio la aparición de las primeras grietas.
Entre esa ventana y el río helado le separa tan sólo una carretera y un carril mitad carril-bici mitad peatonal por el que tanto transehuntes, corredores y ciclistas se desplazan ajenos a que trás una de las muchas ventanas a lo largo del río está él, observándoles e intentando distraerse con la frecuencia de sus pasos y/o el ritmo de sus pedaleos.
Los coches van y vienen y el ruido de sus motores desaparece a izquierda y derecha dejando paso a un silencio protagonizado por el estremecido vello que soporta la brisa intrusa. El sol con su descenso marca el ritmo entre la tarde y el atardecer y a medida que el día pierde luz aumentan su miedo e inseguridad.
El codo derecho soporta el peso de sus pensamientos inquietos que golpean el interior de su cabeza apoyada sobre la base de la palma de su mano al final de ese codo derecho que empieza a resentir el peso de todo lo que le atormenta.
El eco de todo lo oído y no demostrado arde en el interior de su pecho. Flanquea su rostro con las palmas de sus manos heladas y cerrando los ojos se concentra en domesticar su respiración salvaje. Miles de preguntas salen de su mente a través de la ventana entreabierta esperando encontrar respuestas ahí fuera, sorteando la brisa y con una dirección muy clara.
La impotencia e incredulidad vencen y ya no consigue distraerse con lo que encuentra trás esa ventana. Sigue oscureciendo y el eco se hace cada vez más intenso y se siente prisionero por no poder dominar su miedo a salir de esa prisión.
Se avergüenza del motivo de su apatía y de posponer su cura por el masoquismo irracional propio del que sufre por amor. Se avergüenza de sufrir y no hacer nada al respecto.
Se avergüenza ante aquellos que le medican con consejos sabios, lógicos y tan verdaderos que dan vértigo.
Ante la falta de distracciones trás la ventana se levanta y busca algo con lo que ocupar su mente hasta que llegue un nuevo día y quizás con él la fuerza necesaria para escapar de su prisión.
Y así pasa un día más cumpliendo condena injusta pero mereciéndola hasta que él mismo diga basta.
Vergüenza es lo que le atormenta y fuerza lo que no le sobra.
Se dice así mismo que llegará pronto el día en el que despierte y se sienta liberado de su masoquismo.
Si me preguntáis a mí y os he de responder sincéramente os diré que ese día está mucho más cerca de lo que él cree...
jueves, 23 de febrero de 2012
Escucha!
Hablando desde la metáfora y salvando las distancias desde la respetuosidad que genera este tema te he de decir que recuerdas a una mujer maltratada que perdona a su agresor por cuarta vez creyendo que este va a cambiar.
Lógicamente tu caso poco tiene que ver con el dolor físico. Es un dolor de otra índole. Mi comparación con tal mujer más bien tiene que ver con la ceguera e ingenuidad y a veces miedo que provoca tu masoquismo que es de tal carácter que hasta llegas a autoconvencerte de que la única narración correcta de la realidad es la tuya misma.
No has visto suficiente ya? No has sufrido suficiente ya?
Vamos... no me digas que te ha pillado por sorpresa cuando has vivido esta misma situación tres veces antes. Y con esta van cuatro....
Escucha idiota:
Seguir apostando por el "cambiará", porque yo la conozco mejor que nadie" o por el "que sabrán los demás, sólo nosotros entendemos nuestra historia" después de haber perdido esa misma apuesta hasta cuatro veces es apostar desesperádamente y cegado por una realidad que sólo tú ves.
Estar accesibe cuando ella te echa de menos, dejar que te dé lo que te daba pero esta vez sin compromiso, darle tú lo que siempre le has dado pero queriendo compromiso, dejar que se acerque y que te tenga, quedarte indefenso ante sus palabras condicionadas por la soledad y por la nostalgia hace que tú veas como tus posibilidades de ganar esa apuesta aumentan. Tienes delante de tí la imagen que tanto has perseguido pero lo que olvidas es que después del adiós sólo queda una apuesta perdida.
Te sientes utilizado. No entiendes como puede ser tan dulce en la cercanía y tan fría con distancia de por medio. Te enfadas porque te das cuenta de que eres idiota. Te enfadas porque no eres fuerte. Pero sobre todo te enfadas porque quieres algo que no es correspondido por alquien que sigue diciendo que te ama.
Estás confundido, dolido, herido, te impacientas, exiges, te enfadas, decides y das marcha atrás, lanzas ultimátums que no cumples y te muestras débil, vulnerable y ella lo nota y lo utiliza para su beneficio y para cubrir sus necesidades de afecto. Confundes su egoísmo con destellos de amor y arrepentimiento.
Eres idiota.
No escuchas a los que te rodean, no quieres oir lo que tú ya sabes. Te enfadas con los que te aconsejan hacer exáctamente lo contrario a lo que haces y eso te frustra porque sería admitir y reconocer que has perdido. Desquícias a quienes se preocupan por tí por que no quieres ver por estar dentro lo que otros ven estando fuera.
Pero la realidad es otra. No pierdes y aunque la recuperes no habrías ganado lo único que haces es ganar un poco de tiempo para volver a ser miserable.
No luches más. Esta lucha y esta apuesta te distrae y no te deja ver lo que tienes a tu alrededor. Deja de luchar por alguien que no te merece, que te utiliza y que utiliza las palabras vacías para satisfacer sus necesidades. Estás siendo víctima de un engaño y una manipulación.
Piensa en tí. Sé egoista y deja de pensar en que pensará ella de tus decisiones. Decide irrevocáblemente disfrutar del alivio que supone el liberarte de esta carga. Vive y deja de ser idiota. No le dediques ni un solo minuto más de tu vida. Deja de intentar negociar, supera tu tristeza, resígnate y acepta que ganas infinítamente más sin ella que con ella y gilipollas alégrate de se haya acabdo cuanto antes.
Acabas de cumplir 24 horas desde la última vez que la escuchastes. 24 horas desde que decidistes no contestar a sus llamadas o mensajes. Has decidido no apostar más porque te has dado cuenta de que no ganas nada aunque ganes. No te distraigas y se fuerte.
Deja que tu amor propio brote y se haga fuerte. No vuelvas a ser idiota. Déjala fuera para que otros puedan entrar y céntrate en la fuerza que cada hora sin entregarte a ella y sin dejarla que sepa de tí te va a dar.
24 horas. No suena ridículo... acabas de empezar. Suma y sigue.
Se fuerte y no te distraigas.
Ánimo!!
Lógicamente tu caso poco tiene que ver con el dolor físico. Es un dolor de otra índole. Mi comparación con tal mujer más bien tiene que ver con la ceguera e ingenuidad y a veces miedo que provoca tu masoquismo que es de tal carácter que hasta llegas a autoconvencerte de que la única narración correcta de la realidad es la tuya misma.
No has visto suficiente ya? No has sufrido suficiente ya?
Vamos... no me digas que te ha pillado por sorpresa cuando has vivido esta misma situación tres veces antes. Y con esta van cuatro....
Escucha idiota:
Seguir apostando por el "cambiará", porque yo la conozco mejor que nadie" o por el "que sabrán los demás, sólo nosotros entendemos nuestra historia" después de haber perdido esa misma apuesta hasta cuatro veces es apostar desesperádamente y cegado por una realidad que sólo tú ves.
Estar accesibe cuando ella te echa de menos, dejar que te dé lo que te daba pero esta vez sin compromiso, darle tú lo que siempre le has dado pero queriendo compromiso, dejar que se acerque y que te tenga, quedarte indefenso ante sus palabras condicionadas por la soledad y por la nostalgia hace que tú veas como tus posibilidades de ganar esa apuesta aumentan. Tienes delante de tí la imagen que tanto has perseguido pero lo que olvidas es que después del adiós sólo queda una apuesta perdida.
Te sientes utilizado. No entiendes como puede ser tan dulce en la cercanía y tan fría con distancia de por medio. Te enfadas porque te das cuenta de que eres idiota. Te enfadas porque no eres fuerte. Pero sobre todo te enfadas porque quieres algo que no es correspondido por alquien que sigue diciendo que te ama.
Estás confundido, dolido, herido, te impacientas, exiges, te enfadas, decides y das marcha atrás, lanzas ultimátums que no cumples y te muestras débil, vulnerable y ella lo nota y lo utiliza para su beneficio y para cubrir sus necesidades de afecto. Confundes su egoísmo con destellos de amor y arrepentimiento.
Eres idiota.
No escuchas a los que te rodean, no quieres oir lo que tú ya sabes. Te enfadas con los que te aconsejan hacer exáctamente lo contrario a lo que haces y eso te frustra porque sería admitir y reconocer que has perdido. Desquícias a quienes se preocupan por tí por que no quieres ver por estar dentro lo que otros ven estando fuera.
Pero la realidad es otra. No pierdes y aunque la recuperes no habrías ganado lo único que haces es ganar un poco de tiempo para volver a ser miserable.
No luches más. Esta lucha y esta apuesta te distrae y no te deja ver lo que tienes a tu alrededor. Deja de luchar por alguien que no te merece, que te utiliza y que utiliza las palabras vacías para satisfacer sus necesidades. Estás siendo víctima de un engaño y una manipulación.
Piensa en tí. Sé egoista y deja de pensar en que pensará ella de tus decisiones. Decide irrevocáblemente disfrutar del alivio que supone el liberarte de esta carga. Vive y deja de ser idiota. No le dediques ni un solo minuto más de tu vida. Deja de intentar negociar, supera tu tristeza, resígnate y acepta que ganas infinítamente más sin ella que con ella y gilipollas alégrate de se haya acabdo cuanto antes.
Acabas de cumplir 24 horas desde la última vez que la escuchastes. 24 horas desde que decidistes no contestar a sus llamadas o mensajes. Has decidido no apostar más porque te has dado cuenta de que no ganas nada aunque ganes. No te distraigas y se fuerte.
Deja que tu amor propio brote y se haga fuerte. No vuelvas a ser idiota. Déjala fuera para que otros puedan entrar y céntrate en la fuerza que cada hora sin entregarte a ella y sin dejarla que sepa de tí te va a dar.
24 horas. No suena ridículo... acabas de empezar. Suma y sigue.
Se fuerte y no te distraigas.
Ánimo!!
martes, 7 de febrero de 2012
Se rompió.
Se ha roto.
Lo que ella y yo teníamos se ha roto.
Duele.
Duele por la forma en la que se acaba. Duele porque interpretamos el amor de diferentes formas. Duele por haber vuelto a apostar por ella cuando ya había rehecho mi vida. Duele por el trato recibido y duele sobre todo por haber yo alvidado de amarme a mí mismo.
Este dolor hace que me distraiga y que no vea lo que tengo. Tengo dos hijos maravillosos cerca de mí y la posibilidad de volver a mí país. Tengo pocos amigos cerca de mí y muchos lejos de aquí.
Oigo miles de consejos y halagos, comentarios, críticas, reflexiones y dos alternativas: volver a España o quedarme en Suecia.
No os voy a mentir...he pensado en ambas.
Por supuesto que mi decisión nada tiene que ver con esta ruptura. He decidido anular todo tipo de contacto con ella pero quizás no todos los recuerdos, porque la he amado y desafortunadamente la sigo amando por mucho que la quiera odiar. No soy una persona que odia, nunca lo he sido, simplemente me ha decepcionado. Esta decisión es mía y no involucro a ella en mi decisión precisamente porque la he anulado de mi vida y no va influir nunca más en cualquier cosa que yo decida.
Volver a España:
El primer instinto que tuve quizás fruto del dolor y la rabia fué buscar trabajo en España y aprovechar que sé varios idiomas para encontrar un buen trabajo. No he decidido nada todavía. Simplemente fué un instinto. Volver a mi país no es sólo una fuga del país que me tiene atrapado. Es volver a mi cultura. Volver a donde pertenezco, volver a expresarme en mi idioma, es tener un entorno en el que encajo. Es crecer y no estancarme. No podéis imaginaros lo duro que es añorar su propio país, añorar mi facilidad para hacer reir con mi humor, añorar olores, sabores y sobre todo el hecho de pertenecer a lugar donde se está.
Se me encoge el estómago al pensar en esta posibilidad porque no tendría cerca a mis hijos tanto como a mí me gustaría, Siempre y cuando encuentre trabajo y decida volver sería lógicamente una tortura sólo poder verlos de vez en cuando. Podría rehacer mi vida en Alicante, sentirme seguro y lleno de vida, ver a los niños varias veces al año, dentro de poco podrán volar solos, de esa forma ellos estarían más unidos a España y dentro de poco podrían venir un verano entero, etc.
Puede que si se lo explico bien lo entiendan, puede que dentro de poco se acostumbren y acepten la situación. No sé.
Es una tortura haga lo que haga y requiere pensarlo bien y ser fuerte.
Quedarme en Suecia:
Tengo a los niños cerca. No los veo tanto como a mí me gustaría ya que por mi horario laboral no pueden quedarse a domir conmigo más que fin de semana si y fin de semana no. Busco trabajo todos los días pero es más fácil encontrar trabajo en Alicante sabiendo idiomas que aquí siendo "extranjero". Estoy ahí para ellos. Me da miedo hacerles daño si eso no fuese así y no me tuvieran cerca. Me da pánico herirlos.
El clima me hunde. Meses sin ver el sol y veranos irregulares, Oscuridad eterna y gente fría. Pierdo días de vida aquí. Exige un esfuerzo enorme el adaptarse y después de diez años estoy exahusto.
Debería de ser padre, aguantar por ellos, y sacrificar diez años más de mi vida para no herirlos.
Acabaré amargado o quizás orgulloso de haber sido un buen padre.
Puedo ser un buen padre aunque volviese a España?'
Es una rabia incontenible el haber vuelto a Suecia después de haber tenido todos estos pensamientos en mi cabeza hace seis meses. Después de haber sido fuerte y tomar la decisión de haber vuelto por ella y por la posibilidad de poder estar cerca de mis hijos. Es muy frustrante el haber escuchado promesas que nunca se cumplieron y haber dejado a otra persona decidir sobre mi vida.
Voy a tomar una decisión y lo creáis o no será la mejor solución posible.
Volví por dejar decidir a mi corazón lo que en realidad tuve que haver decidido con la cabeza y se rompió por haber ella decidido con la ira en vez del corazón.
Ahora es hora de sentarme y tomar una decisión,
Lo que ella y yo teníamos se ha roto.
Duele.
Duele por la forma en la que se acaba. Duele porque interpretamos el amor de diferentes formas. Duele por haber vuelto a apostar por ella cuando ya había rehecho mi vida. Duele por el trato recibido y duele sobre todo por haber yo alvidado de amarme a mí mismo.
Este dolor hace que me distraiga y que no vea lo que tengo. Tengo dos hijos maravillosos cerca de mí y la posibilidad de volver a mí país. Tengo pocos amigos cerca de mí y muchos lejos de aquí.
Oigo miles de consejos y halagos, comentarios, críticas, reflexiones y dos alternativas: volver a España o quedarme en Suecia.
No os voy a mentir...he pensado en ambas.
Por supuesto que mi decisión nada tiene que ver con esta ruptura. He decidido anular todo tipo de contacto con ella pero quizás no todos los recuerdos, porque la he amado y desafortunadamente la sigo amando por mucho que la quiera odiar. No soy una persona que odia, nunca lo he sido, simplemente me ha decepcionado. Esta decisión es mía y no involucro a ella en mi decisión precisamente porque la he anulado de mi vida y no va influir nunca más en cualquier cosa que yo decida.
Volver a España:
El primer instinto que tuve quizás fruto del dolor y la rabia fué buscar trabajo en España y aprovechar que sé varios idiomas para encontrar un buen trabajo. No he decidido nada todavía. Simplemente fué un instinto. Volver a mi país no es sólo una fuga del país que me tiene atrapado. Es volver a mi cultura. Volver a donde pertenezco, volver a expresarme en mi idioma, es tener un entorno en el que encajo. Es crecer y no estancarme. No podéis imaginaros lo duro que es añorar su propio país, añorar mi facilidad para hacer reir con mi humor, añorar olores, sabores y sobre todo el hecho de pertenecer a lugar donde se está.
Se me encoge el estómago al pensar en esta posibilidad porque no tendría cerca a mis hijos tanto como a mí me gustaría, Siempre y cuando encuentre trabajo y decida volver sería lógicamente una tortura sólo poder verlos de vez en cuando. Podría rehacer mi vida en Alicante, sentirme seguro y lleno de vida, ver a los niños varias veces al año, dentro de poco podrán volar solos, de esa forma ellos estarían más unidos a España y dentro de poco podrían venir un verano entero, etc.
Puede que si se lo explico bien lo entiendan, puede que dentro de poco se acostumbren y acepten la situación. No sé.
Es una tortura haga lo que haga y requiere pensarlo bien y ser fuerte.
Quedarme en Suecia:
Tengo a los niños cerca. No los veo tanto como a mí me gustaría ya que por mi horario laboral no pueden quedarse a domir conmigo más que fin de semana si y fin de semana no. Busco trabajo todos los días pero es más fácil encontrar trabajo en Alicante sabiendo idiomas que aquí siendo "extranjero". Estoy ahí para ellos. Me da miedo hacerles daño si eso no fuese así y no me tuvieran cerca. Me da pánico herirlos.
El clima me hunde. Meses sin ver el sol y veranos irregulares, Oscuridad eterna y gente fría. Pierdo días de vida aquí. Exige un esfuerzo enorme el adaptarse y después de diez años estoy exahusto.
Debería de ser padre, aguantar por ellos, y sacrificar diez años más de mi vida para no herirlos.
Acabaré amargado o quizás orgulloso de haber sido un buen padre.
Puedo ser un buen padre aunque volviese a España?'
Es una rabia incontenible el haber vuelto a Suecia después de haber tenido todos estos pensamientos en mi cabeza hace seis meses. Después de haber sido fuerte y tomar la decisión de haber vuelto por ella y por la posibilidad de poder estar cerca de mis hijos. Es muy frustrante el haber escuchado promesas que nunca se cumplieron y haber dejado a otra persona decidir sobre mi vida.
Voy a tomar una decisión y lo creáis o no será la mejor solución posible.
Volví por dejar decidir a mi corazón lo que en realidad tuve que haver decidido con la cabeza y se rompió por haber ella decidido con la ira en vez del corazón.
Ahora es hora de sentarme y tomar una decisión,
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