domingo, 13 de junio de 2010

Puesta al día.

Acabo de desayunar y una vez más he castigado a mi estómago con café así que estas líneas las escribo sentado en mi "oficina".
Hola de nuevo a todos los que me leeis.
Muchas cosas han pasado durante los últimos meses como por ejemplo que me he desprendido de mi soltería y he empezado una relación con alguien que empieza a ser muy importante para mí. Noruega y de nombre Merete, me ha conquistado de muchas maneras y me ha convencido de otras tantas para que me atreva a volver a apostar con alguien. Hacía mucho que no me sentía tan bien y me encanta esta sensación.
Más cosas: Clara y Eric tuvieron su fiesta de fin de curso este viernes pasado. Cantaron durante media hora en una iglesia. A Clara le encantan este tipo de cosas y se nota con claridad en la expresión de su cara. Hace unas semanas participó en un espectáculo en la escuela donde clavó a la perfección la coreografía junto a otras seis chicas de su clase. Yo, entre el público, quería saltar al escenario a comermela a besos.
Para Eric lo de actuar delante de tanta gente es algo nuevo y lo pasó un poco mal. En una de las canciones, él y otros dos niños se desmarcaron del resto (unos 90 niños más) para acompañar una de las canciones con movimientos tal y como lo habían ensayado. Estaba nervioso pero lo hizo genial y yo no pude aguantar las lágrimas. Estoy muy orgulloso de ellos por su manera de ser y por la manera en la que han afrontado todo lo que ha pasado y pasa a su alrededor. Son maravillosos.
En Alicante también pasan cosas. Mi cuñada está a punto de dar a luz así que pronto seré tío y Clara y Eric tendrán un primito español. Me alegro muchísimo por ellos y por mi hermano y Cecilia. Iremos muy a menudo a visitarlos.
Y cómo no... el mundial de fútbol ya empezó. Éste miércoles juega España y ya empiezo a tener la barriga encogida por los nervios. En la pasada Eurocopa tuve la suerte de poder ver los cuartos de final contra Italia en Alicante. La final contra Alemania la viví en Karlstad y me arrepentiré de ello toda la vida. Este año, si la roja llega lejos (cosa que no dudo), estaré en España para vivirlo, cantando el "A por ellos" y el "Que viva España" de el mítico Manolo Escobar junto a mis amigos a los que tanto echo de menos!!!
Y de momento esto es todo. Ahora saldré a correr (a ver cómo responde mi rodilla), luego a recoger a Clara y a Eric y después nos reuniremos con Merete y sus dos niños. Ya iré contando más cositas...
Hasta pronto.
Hasta pronto.

jueves, 11 de marzo de 2010

Mi prima Vera.

Viernes 12 de Marzo.
Empiezo el día desayunando junto a la ventana de la cocina. Día soleado, el termómetro marca 4,4 grados sobre cero y de fondo suena Cadena Dial en mi ordenador. Más tarde recogeré a Clara y Eric en la escuela e iremos a la piscina a jugar. Éste va a ser un buen día.
Parece que la primavera por fin se ha decidido a visitarnos aquí en Suecia. La nieve se derrite poco a poco y forma charcos impresionantes a los lados de la carretera. Sobre las aceras se extiende un amplio granizado marrón poco apetecible y alguna hoja valiente se deja ver sobre la rama de algún árbol todavía desnudo.
Llega el sol y me cambia la cara. La cara y el estado de ánimo. Soy de sangre caliente, de culo blanco y de espalda morena. Por ello la falta de sol es algo que puedo describir de orma acertada con tan solo una palabra: "tortura".
Ésta semana, por motivos de trabajo, me he desplazado hasta Sysslebäck. Desmontamos un andamio que hace tiempo construimos sobre los arcos de un puente. 60 metros de andamio, colgado literalmente en el aire. Desde el punto más alto de uno de los arcos podía ver Noruega.
Me giré hacia el sur y esforcé la mirada como un chino intentando ver Alicante o al menos un trozo de España. Lejos. Queda muy lejos.
Ayer pude al fin asistir a un entrenamiento de fútbol y me sentí bienvenido y esperado.
También ayer me enteré de la eliminación del Real Madrid en la C.L. El domingo, es decir, hace tan solo una semana y según el Marca, el Madrid era campeón de liga y de Europa y después de la eliminacíon hay que cambiar de entrenador y empezar un nuevo proyecto. El médico recomienda a los madridistas que sufren de ansiedad que dejen de leer el Marca.
Siguiendo con el fútbol... este verano hay Mundial. Prometo que si España pasa de cuartos iré a España a vivir lo que nunca antes un español ha vivido, ver a nuestra selección disputar una semifinal de un campeonato del mundo. Quiero echarme a la calle sin camiseta y gritar la victoria. Lo imagino y se me pone la carne de gallina. Que otro acontecimiento puede unir tanto a un pais? No se me ocurre ninguno. Ni tan siquiera un concierto de Estopa.
Por cierto, buenos días.

martes, 2 de febrero de 2010

No le veo el pero a ser soltero.

La mayoría de las veces son los pequeños detalles los que marcan las diferencias y en cuestión de relaciones de pareja son las pequeñas discusiones las que marcan la diferencia entre la irritación y la ilusión.
Una relación es como una caseta de feria, sobre el mostrador una escopeta cargada y delante de uno, sobre las estanterías, dianas sobre las cuales el feriante ha escrito palabras como: "monotonía", "buen sexo", "cariño", "agobio", "deja de comprar zapatos ya", "te quiero", te odio".
Se puede disparar contra palabras que desencadenen una discusión, habiendo apuntado a aquellas que provocan todo lo contrario. Es decir, discutir por cuestión de torpeza. Se puede querer discutir dejando la escopeta sobre el mostrador y disparar con una ametralladora o bien se puede mantener la cabeza frí, apuntar bien, respirar hondo y contar hasta diez entre disparo y disparo. Lo que en español vendría a ser: "dos no discuten si uno de ellos no quiere".

Una relación larga quema. No hay nada malo en ello. Es hasta incluso normal y necesario.
Es necesario porque es señal de que uno siente y de que está vivo.
Encontrar a alguien para toda la vida es un utopía que mezclada con mucho dinero puede llegar a resultar una película resultona e incluso entretenida.
Discutir por no fregar justo después de comer o por no intentar cambiar una bombilla sin ayuda es más de guión de película basada en hechos reales que son al fin y al cabo las que acaban gustando por ser más creíbles.

La soltería por norma general es un tesoro para los hombres y una tortura para las mujeres. Ambos sexos la afrontan de forma diferente. Para los hombres la soltería es un estado, una forma de vivir. Nos asombra y confunde conocer a otros hombre que persiguen esa utopía con prisa, como si fueran ciegos conduciendo un Ferrari. Es decir hostia asegurada y con seguro a terceros.
Para las mujeres, gracias a Dios no para todas, la soltería es sólo un proceso entre dos relaciones. Cómo poner a cargar el móvil por la noche. La necesidad de pasear cogidas de la mano las lleva a malinterpretar sus encuentros con los hombres dentro del contexto de la tortura que supone el ser soltera. Dar el número de teléfono a un hombre después de un encuentro sexual con éste, esta bien descrito en el libro "Leyes y normas aplicables a encuentros espóradicos durante la soltería" como el principio de una bonita y duradera relación de pareja, seguida de una segunda cita que tiene lugar en el sofá de la susodicha, mejilla contra mejilla y ojeando el catálogo de Ikea en busca de ideas para amueblar el hogar a compartir, a poder ser lo antes posible para que no ser madre demasiado "mayor".
Ojo, conozco a algun hombre que sueña con ese tipo de segundas citas.

No hablaré por todos los hombres, al igual que mi descripción de las mujeres es una mezcla de lo vivido con un pequeño toque de exageración. Sólo me referiré a los hombres que yo conozco.
El calificativo "golfo" es llevado por algunos con agrado e incluso es motivo de alardeo y/o admiración. Sin tener que deberse a nadie con el respeto y la fidelidad que eso conlleva, no veo entonces el problema que supone el relacionarse con quien a uno le gusto o incluso con quien a uno no le guste tanto. Y esto vale tanto para hombres como para mujeres. "Golfo" o "golfa" nace en la envidia y el resquemor de aquellos que no actúan en la obra y sólo son simples espectadores. Esa palabra es fruto de la hipocresía y la frustración que provoca una ilusión sin fundamentos y no correspondida.
El interés es algo que se demuestra no algo que se fuerza.

Conformarse a la hora de elegir pareja es como comprar un coche viejo y no saber de mecánica. Más disgustos que alegrías es sinónimo de mala inversión.

La forma en la que yo vivo todo esto de la soltería y teniendo en cuenta que varios de mis amigos ya no ejercen como solteros, es dominando el pánico de verme solo. De esa manera no me ciego y veo a cada mujer que conozco o pueda conocer tal y como son y no como a mí me gustaría que fueran. Esto se traduce en una exigencia alta pero de esa manera uno es sincero consigo mismo y sobre todo con ellas y tal como hoy estan las cosas, la sinceridad es algo que se aprecia mucho.

Segun la RAE, soltero: suelto o libre.
No se puede explicar mejor.

lunes, 1 de febrero de 2010

Las letras de las canciones primero se escuchan y luego se cantan

"And then you kissed me II"
Canción de The Cardigans que podeis encontrar en el disco "Super Extra Gravity". Me encanta. La melodía, la letra y la preciosa voz de Nina Persson.
Una de las frases de la canción dice así: "el comportamiento de la gente es un misterio". El diccionario de la Real Academia de la lengua define "misterio" de la siguiente forma: "Cosa arcana o muy recóndita, que no se puede comprender o explicar."
Por lo cual The Cardigans opina, y a mi parecer muy acertádamente, que el comportamiento de la gente, en ocasiones no tiene explicación o carece de comprensión posible.
Esta afirmación es aplicable a todos y cada uno de nosotros sin excepción alguna. Es una manera un poco difusa de responder a algunas preguntas sobre el comportamiento tanto mío como de gente a mi alrededor, pero al fin y al cabo es un alivio darse cuenta de que si no se da con la respuesta a esas preguntas es precisamente por que no existe.

Todos tomamos decisiones tarde o temprano. Sean las que sean por que de la muerte y de tener que tomar decisiones nadie se escapa. Por supuesto que pienso en las que yo he tomado a lo largo de mi vida. Hoy se que muchas de sas decisiones fueron erróneas y nada se puede hacer por cambiarlas. Me muero de curiosidad por ver como sería mi vida si hubiese cambiado mis decisiones y supongo que no soy solamente yo el que piensa así.
Me gustaría que alguien me pusiera una película de mi vida mostrándome como sería si hubiera obrado de otra forma.
Y todo esto por escuchar una y otra vez la misma canción.
Me pregunto cuantos de vosotros que leeis esto buscareis esa canción. Cuantos de vosotros la traducireis?

Sobre mi día a día aquí en Karlstad, Suecia empezaré diciendo que sigue siendo igual de duro que cuando decidí volver a Alicante hace un año. Anestesio ese dolor con música, con momentos para mí mismo, ver a los niños cuando todo encaja e intentar pensar que esto no es para siempre aunque me encantaría rebobinar hacia adelante y hacer del futuro presente.
El frío no es tan duro últimamente, atrás quedan los dias de -20 grados y ahora sobrevivo fácilmente a los -5.
Hoy he pasado la itv al coche y la ha pasado. Un problema menos.
No consigo pegar ojo por las noches y ya me tiene preocupado. Da igual como de cansado esté, doy un millón de vueltas en la cama pensando en tantas cosas como vueltas doy y no consigo dormirme y cuando al fin lo hago me despierto a las dos horas y vuelve a ser lo mismo. Esta noche no creo que durmiese más de dos horas y ni siquiera de forma seguida así que conseguí que el jefe me lo diera libre.
A esto se le junta el dolor terrible que tengo de homoplato y de hombro derecho. Tengo que hacer que alguien me lo mire porque ya me he despreocupado de ello durante mucho tiempo y al final estas cosas se pagan cuando uno se hace viejo.
He decidido dejar de jugar a fútbol por falta de motivación lo cual me va a doler cuando la primavera llegue y la ciudad se llene de olor a cesped.
Los números van cuadrando aunque aún quede mucho por empezar a poder llenar la hucha.
Me duele mucho la cabeza últimamente de tanto pensar así que voy a buscarme un pasatiempo.
Hasta pronto.

sábado, 16 de enero de 2010

Para delirar no hace falta tener fiebre

Hoy he presenciado un amago de subida de temperaturas. El termómetro marcaba 1 grado sobre cero. Hoy he paseado con los niños por la ciudad y las cornisas de los tejados goteaban sobre las calles peatonales.
Aún a mediados de enero, la primavera queda lejos y aún me queda por sufrir unos cuantos dias más de frío.
Hoy me he marcado un objetivo. Una meta. Algo que todo el mundo debería de tener para no ir perdido por la vida. Lo iré desvelando poco a poco.
Por delante tengo unos cuantos meses de ahogo por ciertos motivos que me reservo y será entonces cuando más que nunca deberé tener la cabeza fría. Pensar que a Suecia volví por algo. Por alguien.
Mis cambios de estado de ánimo no ayudan demasiado a ser regular y vivir con tranquilidad lejos de donde me gustaría estar.
Hoy ha sido como conocer a una persona por primera vez aún habiéndola conocido durante once años. Once años! Ni bueno ni malo, simplemente ha sido así.
Parejas. El mundo está lleno de ellas. Enamoradas, conformistas, encaprichadas, cobardes, ilusionadas, cansadas, monótonas... las hay de todo tipo. Difícil dar con la fórmula del toma y daca y del equilibrio. Se quiere lo que no es de uno y lo mío que no me lo toquen y no se sabe lo que se tenía hasta que uno lo pierde. Está claro que en mi caso ninguno de las dos eramos felices y no estábamos hechos el uno para el otro. Es importante dedicarle a la ruptura, el tiempo que se merece y más cuando se tienen niños porque un mal final marca la amistad de forma negativa. El comportamiento de la gente es un misterio inexplicable, tan inexplicable como el amor.

Me he dado cuenta que como más disfruto es estando solo. No soy capaz de entregarme o sacrificarme por alguien. He conocido a alguien que lo tiene todo y aún así voy con el freno de mano echado. Reconozco que soy raro o demasiado normal.

Me cuesta creer que pueda gustar a alguien tanto como para que no me haga daño.

En mi spotify estos dias suenan Pereza, Vetusta Morla, Joaquin Sabina, Calamaro y The Cardigans. Mucha música buena y me siento en otro lugar.
Al final estaré donde quiera estar y con los problemas vanales propios de una vida sencilla y sin complicaciones. Y con el corazón remendado.

jueves, 7 de enero de 2010

Vacaciones: la vuelta.





Me dió tiempo a comer algo en la zona de embarque antes de subir al vión que me llevaría de vuelta a "casa". Por la cabeza me pasaban todos los momentos vividos durante esos diez días así como imágenes de lo que me esperaba al llegar a Karlstad. Imaginaba también a Clara y a Eric abrazándome e impacientes por contarme todo lo que habían hecho en su viaje a Tailandia con mi ex y su novio. Me los imaginé morenos.
Entre la comida y el embarque me dió tiempo también a sentrime muy solo.
Esta vez no hubieron retrasos ni pasajeros borrachos ni gigantes.
Me senté al lado de la dulzura personificada y entablamos conversación en español hasta la recogida de maletas. Esta vez no me importó no dormir.
A la salida del aeropuerto me esperaba mi amigo y compañero de piso Chris. Juntos recorreríamos en coche los 250 kilómetros que separan Gotemburgo de Karlstad. La temperatura era de -16 grados bajocero y el camino hasta llegar a "casa" era oscuro y lleno de nieve, mucha nieve.
Habría trabajado al día siguiente de no ser porque he agarrado la pirmera gripe del 2010. Es una de las fuertes y aún hoy me tiene débil y con garganta de lija.
El martes fué mi cumpleaños. 5 de enero. Justo dos años sin mi madre.
El mejor regalo fué que los niños se quedaron a dormir conmigo ese día y jugamos y reimos como nunca antes. En realidad ese fué el único regalo.
No me hacen ilusión los paquetes pero si los detalles, como por ejemplo las felicitaciones a través de facebook.
Estos días han sido de mucho frío aquí y apenas he salido de casa. Intento recuperarme antes del sábado para poder pasar la tarde con mis mejores amigos aquí, la idea es preparar alguna tapa y sentir que celebro mi cumpleaños con alguien. Jessica y Chris no faltarán.
Falta mucha gente importante para mí. Ojalá estuvierais aquí.
Ahora toca sobrevivir al invierno de la mejor forma posible. Ver a los niños crecer y esperar a la primavera, y al intermitente calor del verano sueco, esperar al próximo viaje a Alicante.
Tengo curiosidad por ver si alguien aquí será capaz de gustarme tanto que me quite de la cabeza volver a Alicante dentro de unos años. Esta la cosa muy negra. Me parece a mí que mi corazón esta bien blindado y ahí no puede llegar nadie ya. Ahora bien quien consiga atravesar la armadura de llevará a un buen tio. Un tío que ha pasado por lo suyo pero que sabe lo que quiere y puede dar.
En fin que las cosas aquí se ven de una manera y cuando estoy en Alicante las mismas cosas se ven de otra manera muy distinta. Asi voy rebotando entre dos vidas sin saber muy bien que me espera.
Todo el mundo a mi alrededor parece haber encontrado una pareja con quien compartir y con la que descargar y me alegra muchísimo el no darme por aludido ni experimentar pánico por muy solo que me pueda sentir a veces.
Esta ha sido mi vuelta de las vacaciones. Mi vuelta a Karlstad y mi vuelta al análisis.
Aquí el tiempo pasa más despacio.

Vacaciones: la ida

Se acabaron las vacaciones navideñas en España. Aterricé el 23 de diciembre en Alicante y el 3 de enero en Gotemburgo y hoy 7 de enero me siguen sabiendo esos diez días a muy poco. No me canso de estar allí ni de estar con quien estoy cuando allí estoy.
No es la comida, ni el sol, ni el bullicio, ni los olores. Es la sensación de pertenecer a un lugar. A un grupo. Hablar, reir y compartir con ese grupo. Sentir lo que la amistad es y sentirme seguro de ser escuchado y comprendido.
El viaje de vuelta fué mucho más agradable que el de ida. Me refiero sólo al trayecto en avión. En el viaje de vuelta había planeado dormir y lo cambié por una agradable conversación en español.
El viaje de ida fue una pesadilla. Cogí un tren que me llevo a Gotemburgo. Desde la estación de tren en Gotemburgo cogí un autobús que me llevó al más pequeño de los dos aeropuertos que hay en esta ciudad. Aquí empezó la pesadilla.
La cola para facturar se mezcla con la cola para pasar el control antes de entrar en la zona de embarque, lo cual provoca un tremendo caos. Volar con Ryanair empieza a no tener ventajas por muy barato que sea el billete.
Tras pasar el control me encuentro una sala llena de pasajeros de mirada enfadada y el motivo era el retraso de su vuelo a una ciudad alemana de la que ahora mismo no consigo acordarme.
LOs que viajábamos a Alicante aún teníamos tiempo de disfrutar de la única tienda que había en la zona de embarque. Después de diez minutos fuí capaz de memorizar todos los artículos que la tienda ofrecía. Así de pequeña era la tienda.
Bueno y también tenía un bar aunque la higiene de tal me convenció a mí mismo de que no tenía ni hambre ni sed.
A las 19.30 salíamos para Alicante. A las 19.50 todavía estaba de pie con mi maleta de mano entre las piernas, pasaporte y tarjeta de embarque en mano y chaqueta sobre el hombro, esperando ingénuamente a que abriesen las puertas que me llevarían al avión.
Por megafonía anuncian que allí no hay aviones que coger. Que los aviones que tenían que haber aterrizado allí no lo harán por que la pista esta cubierta de hielo. Coño! Hielo en Suecia y en invierno? no me jodais!
El caso es que el aeropuerto pequeño, con su zona de facturación pequeña, su zona de embarque pequeña, su tienda pequeña y su bar asqueroso, no era capaz de recibir aviones ese día.
Por megafonía nos informan de que nos van a trasladar en autobús al otro aeropuerto en Gotemburgo. Empecé a hacer cálculos de cuántos autobuses harían falta para trasladarnos a todos puesto que eran tres vuelos los que habían sido retrasados: a Alemania, Alicante y Londres. Tres autobuses por avión.
Después de tres horas de espera en las cuales le pillé manía al hombre que hablaba por megafonía, por fin podimos subir al autobús y nos esperaba una hora de viaje hasta el otro aeropuerto. Sólo quería subir al avión y dormir. Por mucho habre que en ese momento tuviese, sólo quería subir al avión y dormir. Aún por muy incómodas que son las sillas de las aviones de Ryanair, estaba seguro de que me dormiría nada más sentarme en una de ellas.
Al salir del autobús, la gente, que hasta el momento había estado tranquila, sale disparada hacia las escaleras del avión en busca de un buen lugar, cosa que no entiendo muy bien y que ocurre cada vez que vuelo con Ryanair. Todas las sillas son igual de incómodas así que no entiendo muy bien la prisa de la gente por subirse al avión.
Al llegar al tope de la escalera y adentrame en el avión soy bienvenido por la azafata con el rostro más enfadado de la historia de la aviación. Me la imaginé repartiendo los bocadillos y sandwiches arrojándolos desde el carrito con prisa y agitando los refrescos antes de entregarlos.
Una vez sobre el pasillo del avión busqué con la mirada un asiento libre, lo cual no es fácil por la cantidad de gente que está de pié intentando colocar sus maletas de mano dentro de los compartimentos del techo, seguros de que donde no cabe ni una hoja de papel entra su maleta grande como la cabeza de la azafata enfadada.
Es ella quien a través de los altavoces del avión ruge y ordena a la gente que se siente.
De repente alguien me abraza y me empuja contra uno de los asientos. Es un sueco delgado y alto, de pelo blanco, sonrisa permanente y aliento capaz de matar flores. Estaba borracho y contento de haber encontrado un compañero de viaje. Estaba borracho lo cual facilita entender porque los dos asientos junto a él estaban libres. Me cazó. Me pilló desprevenido y me cazó. Me senté junto a la ventana y él al lado del pasillo con lo cual había un asiento libre entre los dos lo cual era perfecto para dormir un poco mas cómodo. Tal vez si me dormía rápido el borracho mataflores me respetaría y me resultaría así un viaje más corto.
Cuando ya había conseguido encontrar la posición de la cabeza contra la pared del avión llega lo mejor del viaje. El borrachín ha cazado a otro pasajero para que nos haga "compañìa" y no un pasajero cualquiera, el africano más grande que ha parido Africa. El borrachín intento abrazarlo pero sus brazos ni siquiera llegaron hasta la espalda del negro, quien abrió sus ojos saltones en señal de sorpresa tanto que parecían dos coliflores.
Eso no es todo, el sueco alcohólico me hizo cederle el asiento junto a la ventana. Si no fuera porque el africano me miró con cara de tener hambre me hubiera negado en rotundo pero no quería discutir. Sólo dormir!!!!
El africano resultó ser nigeriano, de nombre Mokolo y de cuerpo no apto para ocupar sólo un asiento del avión, con lo cual cogió prestado la mitad del mío obligándome a sufrir el aliento del borracho, que antes de despegar ya había tenido tiempo de deleitarnos con alguna canciòn típica sueca. Me sentí estafado por pagar por una plaza del avión y sólo poder disfrutar de media.
Intenté dormir. De todas las maneras. Intenté no cagarme en Ikea ni en la dieta de Mokolo.
Allí estábamos los tres. Un sueco, un español y un nigeriano en una fila de asientos de un avión de Ryanair. Como si fuera un chiste.
Mokolo se durmió en seguida el muy hijo de Africa y el sueco se empeñaba en invitar a cerveza sin importarle que Mokolo estuviese dormido. Me animaba para que le despertase para que se tomase su cerveza. Yo decía que no le veía yo con muchas ganas de querer cerveza y me negué a despertarlo. El sueco cabrón se enfada conmigo y golpea a Mokolo en el hombro y se gira hacia el pasillo. Mokolo despierta y me mira con sus coliflores.
Teníais que haberme visto. Sentado allí, con pipi en los calzoncillos de H&M, diciendo que no con la cabeza y señalando al borracho.
Mokolo acepta la cerveza, se la bebe como se la bebería un hipopótamo y vuelve a dormir.
Si que necesitaba yo unas vacaciones sí.

Aterrizamos a las tres y media de la noche y me despedí de el borrachín y el nigeriano con un corte de mangas cuando éste último no miraba claro está.
Desperté a mi amigo Rafa "Abuelo" Cantó quién vino a recogerme sin poner ningun pero.
Buen chaval el "abuelo" ese de los cojones. Muy buen chaval.

Por fin estaba en Alicante.
Cinco horas más tarde de lo previsto pero ya estaba allí.
Hasta pronto.