Hoy es miércoles. Dos días más y fin de semana. Y unos días más y ya habrá pasado otra semana más. Últimamente tengo la sensación de que los días pasan demasiado rápido y no pasa nada interesante en ellos.
La vida que me gustaría tener no se puede hacer realidad y lo peor es que no tengo ningún plan b. La verdad es que he estado tan pendiente de conseguir lo que quería que me he olvidado de estudiar posibles alternativas.
Y así voy flotando entre un día y otro sin saber a donde voy.
No creo que sea importante tener metas en la vida. No para mí. Para mí lo importante es darme cuenta de quien es importante en mi vida y tener a esas personas cerca de mí. Y me he dado cuenta de que es importante porque duele mucho tenerlas lejos.
He cometido muchos fallos en mi vida y me alegro de poder reconocerlo. Separarme d los niños es sin duda el más grande que he cometido. En el momento en que lo hice no veía otra salida para estar bien. No sólo he cometido fallos. También he aguantado mucho.
Pero bueno las historias tienen diferentes interpretaciones según quien las cuente.
Los años no vuelven y sólo quedan recuerdos de esos días que pasaron. Duele no tener ningún recuerdo de los niños en estos cinco meses que no he estado con ellos. Es lo que tiene la distancia, que está vacía.
De alguna manera tengo que llenar mis días de sentido y estar cerca de quien de verdad me importa. Matar la distancia.